El pasado 5 de Julio de 2008 tuve la oportunidad de participar con parte de mi música para cuarteto de contrabajos en el festival VIA STELLAE y en la VII edición del festival de contrabajo Ludwig Streicher (http://www.ludwigstreicher-festival.org/Festival.htm) con la ayuda de los grandes contrabajistas y amigos Alfonso Morán, Marta García y Saúl Puga.
NOTAS AL PROGRAMA
El contrabajo es el instrumento musical más grande y por tanto más grave de la familia de cuerda frotada.
Casi nadie tiene dudas sobre cual es la principal función musical de este instrumento: el soporte armónico y rítmico de la música. Lo cierto es que estamos familiarizados a ver este instrumento en las grandes, o no tan grandes, formaciones de música sinfónica o en ensembles de jazz, o de country donde su función principal es servir como soporte armónico-rítmico, aunque ésta no sea la única.
¿Conocemos realmente a este instrumento o todavía sigue siendo un desconocido para gran parte del público? ¿Es un instrumento capacitado exclusivamente para el acompañamiento?
En el ámbito de la música sinfónica algunos de los compositores más importantes como Malher, Prokofiev o Ginastera, entre otros, confiaron en las cualidades melódicas del contrabajo ofreciendole la oportunidad de "cantar" como cualquier otro instrumento; el contrabajo cuenta, hoy en día, con un repertorio más o menos extenso en el que asume el papel de instrumento solista, ya sea con acompañamiento de piano, orquesta o incluso obras escritas para contrabajo solo, sin acompañamiento.
A pesar de esto, lo cierto es que disfrutar del repertorio para contrabajo en una sala de concierto es, todavía hoy, difícil e inusual. Es por esta razón por la que el concierto de esta tarde cobra un matíz un tanto especial en cuanto a formación instrumental se refiere.
A pesar de no haber muchas formaciones que cultivan este género, el cuarteto de contrabajos ha seducido a algunos compositores importantes a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y de estos primeros años del siglo XXI; compositores como Colin Brumby, Serge Lancen, Josef Lauber o Robert Ceely, por poner algunos ejemplos.
Al ser el cuarteto de contrabajos una formación relativamente nueva dentro de la historia musical, la mayor parte del repertorio, como he dicho anteriormente, data de la segunda mitad del XX hasta nuestros días, lo que casi ha obligado a compositores y arreglistas, que en muchos casos son los propios contrabajistas, a transcribir y adaptar música de otras épocas con el fin de ampliar el repertorio además de poder contar con la variedad estilística de la que gozan otro tipo de cuartetos de mayor tradición, como puede ser el cuarteto de cuerda sin ir más lejos.
La labor del compositor o arreglista a la hora de escribir un cuarteto en el que todos los instrumentos son exactamente iguales, donde la tesitura es bastante limitada y la diferencia tímbrica inexistente, requiere una destreza especial además de buena imaginación y frescura para conseguir una sonoridad completa sin caer en la monotonía sonora, con la dificultad añadida de poder contar, solamente, con los recursos de un solo instrumento. Para el intérprete tampoco será una tarea nada fácil viendose obligado a tocar por todo el registro del instrumento llegando, en muchos casos, hasta el límite de éste por lo que la destreza técnica de los instrumentistas debe rozar el virtuosismo instrumental.
Muestra de ello es el repertorio escogido para este recital, presentando arreglos y piezas originales en un programa escrito, casi en su totalidad, por el contrabajista Simón García.
El contrabajo es el instrumento musical más grande y por tanto más grave de la familia de cuerda frotada.
Casi nadie tiene dudas sobre cual es la principal función musical de este instrumento: el soporte armónico y rítmico de la música. Lo cierto es que estamos familiarizados a ver este instrumento en las grandes, o no tan grandes, formaciones de música sinfónica o en ensembles de jazz, o de country donde su función principal es servir como soporte armónico-rítmico, aunque ésta no sea la única.
¿Conocemos realmente a este instrumento o todavía sigue siendo un desconocido para gran parte del público? ¿Es un instrumento capacitado exclusivamente para el acompañamiento?
En el ámbito de la música sinfónica algunos de los compositores más importantes como Malher, Prokofiev o Ginastera, entre otros, confiaron en las cualidades melódicas del contrabajo ofreciendole la oportunidad de "cantar" como cualquier otro instrumento; el contrabajo cuenta, hoy en día, con un repertorio más o menos extenso en el que asume el papel de instrumento solista, ya sea con acompañamiento de piano, orquesta o incluso obras escritas para contrabajo solo, sin acompañamiento.
A pesar de esto, lo cierto es que disfrutar del repertorio para contrabajo en una sala de concierto es, todavía hoy, difícil e inusual. Es por esta razón por la que el concierto de esta tarde cobra un matíz un tanto especial en cuanto a formación instrumental se refiere.
A pesar de no haber muchas formaciones que cultivan este género, el cuarteto de contrabajos ha seducido a algunos compositores importantes a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y de estos primeros años del siglo XXI; compositores como Colin Brumby, Serge Lancen, Josef Lauber o Robert Ceely, por poner algunos ejemplos.
Al ser el cuarteto de contrabajos una formación relativamente nueva dentro de la historia musical, la mayor parte del repertorio, como he dicho anteriormente, data de la segunda mitad del XX hasta nuestros días, lo que casi ha obligado a compositores y arreglistas, que en muchos casos son los propios contrabajistas, a transcribir y adaptar música de otras épocas con el fin de ampliar el repertorio además de poder contar con la variedad estilística de la que gozan otro tipo de cuartetos de mayor tradición, como puede ser el cuarteto de cuerda sin ir más lejos.
La labor del compositor o arreglista a la hora de escribir un cuarteto en el que todos los instrumentos son exactamente iguales, donde la tesitura es bastante limitada y la diferencia tímbrica inexistente, requiere una destreza especial además de buena imaginación y frescura para conseguir una sonoridad completa sin caer en la monotonía sonora, con la dificultad añadida de poder contar, solamente, con los recursos de un solo instrumento. Para el intérprete tampoco será una tarea nada fácil viendose obligado a tocar por todo el registro del instrumento llegando, en muchos casos, hasta el límite de éste por lo que la destreza técnica de los instrumentistas debe rozar el virtuosismo instrumental.
Muestra de ello es el repertorio escogido para este recital, presentando arreglos y piezas originales en un programa escrito, casi en su totalidad, por el contrabajista Simón García.
La voz de Galicia 6/7/2008
Via Stellae mantuvo el interés con Les Musiciens du Louvre
José Victor Carou cree que el éxito se debe a la calidad de propuestas e intérpretes.
José Victor Carou cree que el éxito se debe a la calidad de propuestas e intérpretes.
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También el concerto express , en el monasterio de San Martiño Pinario, protagonizado por el cuarteto de contrabajo Gravissimo, volvió a despertar el interés del público, con casi 200 personas llenando el recinto. El director de Via Stellae, José Víctor Carou, no disimulaba su satisfacción por el magnífico arranque de la tercera edición del festival, que traerá este verano 85 conciertos a Compostela y otras urbes y villas del Camino.
20 minutos 4/7/2008
Via Stellae continuará mañana con Les Musiciens du Louvre, que ofrecerá la Otra sinfonía imaginaria de Rameau. También mañana actuará el Grupo Instrumental Siglo XXI. Además, mañana habrá concierto del cuarteto de contrabajos Gravissimo. Y el domingo, actuación del guitarrista Fernando Reyes y del percusionista Trinidad de Miguel.
Goldberg
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